recuerdo vertical

Por qué tuviste que desaparecer para que pueda verte, es algo que todavía no sé. ¿Era necesario que alguno falte? Nos perdimos en un instante, y en un instante cabe el mundo. Desapareció el tronco, hice mi casa en las ramas. Y en seguida, un sueño: tus pies manchados con barro, haiku inconcluso. Nuestro padre Sol no comprende las persianas; asegura que debiéramos cambiar. No lo escucho y le agradezco. Vivir es un regalo muy hermoso ¡Ah! ¡Perfección del aire! Siento la fragilidad de un respirar profundo. ¿Qué habrá dentro nuestro además de la más lejana lejanía? Mi sonrisa baila chueca, nuestros ojos tristes mutan. Viejos cuerpos se acoplan a nuevas almas. Brotan las esponjas, la orquesta se calla y todo crece gracias a la luz. Nubes violetas, doradas, me aseguran que el naufragio comenzará, una vez más. Un abrazo viaja desde mi pecho hasta el tuyo. Va sin miedo a perderse; está perdido. Igual, como todo, llega.

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