biografragua

Efectivamente: quizá exista la manera de nombrarme. En el diccionario no aparecen las palabras: Martin Schencman.

Pero ¿cómo nombrar al Ser? Quizás en lo que se escribe, en lo que encontremos de mí.

Ser número: la gran mayoría opina que encarné hace 24 años.

Tengo un libro auto-editado. Su título: "Hkaleydoscopio". Hoy, después de varios abriles de retirado de la imprenta, pienso que fueron los textos quienes decidieron tomar forma de libro.

La obsesión da frutos, y los frutos buscan idependizarse del árbol, para pudrirse, ser carozo, brote, arboles nuevos. Algunos ven la riqueza en el fruto y no en la semilla. Son lo mismo y no; cajas chinas, uno dentro del otro.

Los libros se encuadernaron en mi escritorio, uno por uno, artesanalmente: mil trescientas veces (aprox.) hasta el día de la fecha. Mis manos pintaron una a una las tapas con variados crisoles de témpera y marcador indeleble.

Buscar lectores en plazas bares y subtes (si los hay) es también parte de mi oficio. Esta parte me hizo ver la manifestación más perfecta del arte: el encuentro cara a cara, la indudable atracción de los cuerpos. La búsqueda en sí misma admite el hedonismo, anida un mismo temor sin siquiera reconocerlo. ¿Y cómo transmitir positividad desde allí?

Escribir me ayuda a mejorar como sujeto, porque las palabras son seres vivos que pueden sumarse entre ellos, para construir ideas. Y éstas nos acoplan con la energía vital.

En la acción de escribir habita cierto calor-medicina, que cuando aparece uno debe concentrarse en que las palabras salgan precisas como espinas y desde el corazón. Al menos si quien escribe quiere ser verdadero, e incluso vivir después de convertirse en un montón de gusanos.

6 comentarios:

El Varón de Bairesburgh dijo...

Yo tengo una edición del libro. Y cuando lo pagué, la emoción brotó del joven autor: "No te das cuenta de lo que me ayudás con esto. Voy a poder hacer como 100 libros más".

Cuando los gusanos y los chanchos mutantes nos coman, tus palabras perdurarán.

Se te quiere, Choc (hablando de sobrenombres, pensar que el hombre que inmortalizó el "Chocman" ya no está entre nosotros).

Abrazos,
El Varón enrulado

Julieta dijo...

"Comprender que el vacío es pesado, y que la única manera de adelgazarlo, es haciendo un poco de ruido"
Gracias a ese desparramo de hojas conocí a este loco lindo y se lo quiere así de puro sopetón!

Saludos y Abrazos!

natalia dijo...

Escribir
porque el mundo se destroza y renace sin saber la diferencia.

rey larva dijo...

ey marto
espero la esten pasando bien bien
siga escribiendo asi
amigo
un lujo

El Varón de Bairesburgh dijo...

Cómo te quiero hermano!
Siempre estás!

Abrazo

Anónimo dijo...
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