...descalzo...



Vivo la erosión, el viento implanta escamas en mi piel. Soy propietario de la humanidad; podría resultar fácil decirlo, pero no lo es, porque soy un hombre, uno que caminó décadas enteras, que hizo y deshizo siempre lo mismo.
Entra a un lujoso prostíbulo, toma cocaína con un billete que al día siguiente entregará en carpeta de cuero con papeles firmados. Whisky caro, putas caras, auto caro. Borracho le bailan en el caño, deambula por la ciudad: encarna el bienestar.
Mi inacción me transformó en un espectro que ronda las calles. No como, no opino, no abrazo. Vivo del insomnio, en amor eterno con la noche bruja hermosa.
Alguien vende su teoría de problema social. El que nada tiene usa su maravillosa vida en ganarse la vida. Es la angustia que te come el pecho, es la pregunta qué vamos a hacer a los gritos, es la certeza de no tener un plato de comida, trabajo, vocación.
Ojos de odio, mocos viejos, ropa andrajosa. Los trenes de siempre una y otra vez. Las monedas a sus padres. La filosa mirada de la gente es otra paliza.
La calle revienta termómetros. Todos te quieren cobrar peaje, tener el poder de paso. Nadie regala una baldosa. Van rápido, parece que hacen cosas, viven la demencia naturalmente. Luego enferman, caen, pero al recobrarse se creen más importantes.
Vivo alerta de no ser descubierto: no hago nada.
Sin embargo les tendí una trampa: nadie me ve.
Caerán: el infierno les espera con un mal viaje de verdad. Por cada día en sus islas exclusivas, por cada línea de tren de merca, por el uso indebido de plata ajena. Por obligarnos a usar zapatos y ellos ser la piedra.

...las panzas de la calle...



vamos a ver otra cosa
ushuaia al norte
el pacífico a la derecha
piedras florecidas

o seremos como siempre
ciudad racimo filicida
parto mutante
de bebé a violador

vamos a ver otra cosa
que un humano cavernícola
tómalo con coca
bailate este  merengue

por los hijos que vienen
en las panzas de la calle
¿pero quién le dará teta
a la tierra inundada?

¡vamos navegantes!
marineros cerebrales
simultánea
armónica
sintética

de generación
en generación
permanente

...lo que uno hace...



En la próxima temporada no habrá risas grabadas
ni chistes obvios de rubias de dientes perfectos
las escenas de amor no tendrían clichés.

Habrá en cambio llanto verdadero.

Palos, humo, obesos mórbidos que pagan doble asiento.

El colectivero se putea con todos los que lo molestan.
El piquete impide el paso.

No venderemos pasta de dientes ni electrodomésticos.
Auspiciará el sindicato de choferes o algún dietaclub.
Será una tele más cercana a la gente.

Entre las pestañas y la verdad hay un abismo
que ningún lenguaje consigue salvar.
 Muchos creen que que uno hace no afecta a nadie.

...Roca se parece tanto a una piedra...

Comunidad NamQom sitiada por la Policia Provincial de Formosa


La transición a una economía ecológica –que consideramos que también debe ser socialista- será un proceso arduo que no ocurrirá de un día para el otro. Esto no es una cuestión de “asaltar el Palacio de Invierno”. Más bien, es una lucha dinámica, multifacética, para un nuevo pacto cultural y un nuevo sistema productivo. La lucha es en última instancia contra el sistema del capital. Sin embargo, tiene que comenzar oponiéndose a la lógica del capital, esforzándose en el aquí y el ahora en la creación, en los intersticios del sistema, de un nuevo metabolismo social arraigado en el igualitarismo, la comunidad y una relación sustentable con la tierra. Las bases para la creación de un desarrollo humano sustentable deben surgir desde el interior del sistema dominado por el capital, sin ser parte de él, como la misma burguesía lo hizo desde los “poros” de la sociedad feudal. Eventualmente, estas iniciativas pueden volverse lo suficientemente poderosas para constituir las bases revolucionarias de un nuevo movimiento y una nueva sociedad.” (Monthly Review)


A 10 kilómetros de Formosa capital, se encuentra la comunidad NamQom, en el que este momento viven, rodeados por policías, y de manera muy precaria, unas 30 familias. Antes eran casi el doble, pero luego de una avanzada de la policía provincial, a las tres de la mañana y sin orden judicial, vencieron la resistencia de un grupo de gente, que no tuvo más remedio que abandonar su casa de palos y chapas, plásticos y piedras.

"Qom significa de ombligo a ombligo, algunos hermanos parecen olvidarse de eso" nos cuenta Fidel, en referencia a los punteros políticos que no los ayudan por temor a ser despedidos. "Igual yo sé lo que es, porque hasta hace un tiempo trabajaba en la municipalidad, hasta que por participar de diferentes cortes de ruta me despidieron". Sus hijos le llegan a las rodillas, juegan y sonríen. "Nos revisan los bolsos, nos piden documentos todo el tiempo, esto es una cárcel", asegura Fidel.

La comunidad es legalmente dueña de cien hectáreas de tierra gracias a un decreto nacional, nos cuenta una abogada a cargo del asesoramiento jurídico de la comunidad; con diferentes resoluciones que se otorgaron después, parte de esas mismas tierras fueron cedidas a una antena del canal 13 (funcional al gobierno), y a otros edificios estatales hoy abandonados. Si no existiese este decreto, cuando hablamos de "pueblo originario" no podemos ignorar que es sólo a través de las diferentes formas de esclavitud y colonialismo, que se ha rebajado esta condición a "aborígenes" o "indios".

Felix Diaz asegura que “cuando muere un indígena es un problema menos para el gobierno”, ya que éste los apoya económicamente con los gastos del entierro, pero no con asistencia para el normal desarrollo de cualquier persona como salud, agua potable, educación. Felix, Fidel, o cualquier hermano Qom despierto, dan cuenta que han logrado ese valioso desarrollo como individuos, y que defienden, con una entrega y conciencia comunitaria incuestionable, sus derechos. Sobre todo el derecho inalienable a la tierra, a su posesión y gobierno. Derecho que ningún Estado y "nuestros" gobiernos de turno debieran cuestionar.

La policía nos observa a tan sólo 30 metros, cuentan con dos carros de detención, unos 15 efectivos armados con 9 milímetros, entre otras cosas. Sólo buscan la forma de echar a la gente de allí. "El día que nos echaron vino Caballería, Gendarmería, Policía Provincial, hasta de civil; eran 300 efectivos en total", dice Fidel, "golpearon mujeres, niños y ancianos por igual".

Entonces reivindicar el derecho a la vivienda y el empleo digno, de la gente más necesitada ¡Es criminal! ¡Usurpación! En cambio dar bolsas de comida y colchones en épocas de elecciones, es ¡Profundizar el Modelo! ¡Bogar por los Derechos Humanos!

Veníamos de la comunidad "Potae Napocná Navogoh", garra de oso hormiguero, a unas dos horas de Formosa capital, de camino a este Buenos Aires tan Pro, en ese contexto pasamos por NamQom. Un grupo de mujeres que tiene prohibido ingresar a ver a sus hijos y otros familiares, nos pidió que nos quedemos para que la policía no les impida el paso. Así fue. No podían impedirlo ante nuestras cámaras y miradas cargadas de bronca. Pero después, sólo nos quedaba subir al micro. Esa misma bronca de los ojos ahora estaba en los asientos y el asfalto, tras la ventanilla, imaginando las lágrimas de las mujeres en las casas de plástico, que siguen viviendo esa realidad, dando esos abrazos de afecto, cargados de impotencia.

Lo que no contó Lanata

El informe de Periodismo Para Todos acerca de Formosa, y su gobernador Gildo Insfrán, además de tener una postura anti-gobierno más que a favor del gobierno indígena, además, también, de su carácter alarmista y marketinero, carece de un enfoque humano,  o, al menos, si se le puede pedir algo parecido a "enfoque humano" a un periodista televisivo, un enfoque más abarcativo de la cuestión; en el recorte necesario para construir la nota, no se muestran a quienes, aparte conocer los diferentes curros de los dirigentes, se manifiestan contra éstos, y dignamente ayudan a los olvidados por el sistema.

"Lanata nos hizo pasar a los Formoseños por estúpidos", dice Nilda, de Docentes Autoconvocados. Este gremio en "Lugar de Encuentro" da desayuno, almuerzo y merienda a aquellos chicos que llegan de las afueras de la ciudad al centro, para ir al colegio o limpiar vidrios. "La UCR no representa la oposición a este gobierno, más oposición somos nosotros, porque tenemos bien claro qué modelo de ciudadanía queremos, y no nos pueden comprar". Algo que no se puede decir de la mayoría de los periodistas que trabajan para Clarín (o cualquier otro monopolio).

Bajo el marco de la campaña "Chau Roca" surgió este viaje de intercambio con la Comunidad "Potae Napocná Navogoh”, en el cual pudimos acercarles talleres de Xilografía, Historia, Huerta, Salud (Prevención odontológica y Reavivación Cardiopulmonar), Música, entre otros, y ellos nos acercaron su visión del dificil momento en que se encuentra la comunidad. Luego de conocer algo el espacio y modo de vida de esta comunidad, sentimos que el siguiente paso a dar es la elaboración de un relevamiento detallado en temas críticos como salud, acceso al agua potable, educación, alimentación, vivienda, tierra y recursos. En esta enumeración se intenta establecer un orden de prioridades, pero al estar profundamente interrelacionados no se pueden resolver uno por vez.
A nadie se le puede escapar el abismo que separa a un hombre de la city porteña con el de un Qom sembrando algodón en Formosa. Sin embargo el himno nacional reza, claramente: "ved el trono a la noble igualdad". No se pretendo con esta frase decir que el sistema del poder financiero, industrial, político, económico, etc, debiera igualarse al sistema agrícola, al interés y bienestar “de un puñado de personas” (como los llaman los políticos oficialistas). Pero sí que, al menos, dejen de ser tomados por “usurpadores” quienes reclaman las tierras que por ley les pertenece. Y que antes de acusarlos de vagos, estúpidos e ignorantes, se les brinden posibilidades de conseguir herramientas de trabajo, de pensamiento, de acción transformadora para su propia comunidad. Porque cada comunidad responde a diferentes intereses: ésto es inevitable, natural, y debiera ser el común denominador de esa empresa llamada país. De tal diversidad, y de la suma de intereses prácticamente opuestos, mientras se respete la vida y los intereses del prójimo, ha de nacer una autonomía inclusiva, sin racismo ni saqueo.

...como es triste la prudencia...

Tenemos Israel y Palestina. Jim Carrey y Francella. Peronistas estúpidos imberbes y los del palco. Vacas fuertes que comen pasto y pasto que come sol. Países imperialistas y en vías de desarrollo (bélico). Esotéricos y materialistas. Empleados y líderes sindicales, trabajadores y empresas. Negros de alma blanca y negros carne de cañón. Tecnópolis y gente que saca agua del río. Agricultura y desmonte. Ejecutivos y hippies. Abejas en el monte y gente en la ciudad. Verdades ganadas con esfuerzo y mentiras que asumimos fácilmente; el largo de toda una vida.

El consenso supera a la democracia en solidez. En cualquier dualidad la línea divisoria no va por la mitad, y se prolonga más allá de la esfera que la contiene. El razonamiento nos sirve para conocer. También construye nuestra identidad, de individualismo e individuación, cada idea termina por reforzar una idea ya existente o emprende la búsqueda de ser válida en sí.

Como buen occidental mi vida está constituída gracias a productos e inventos, mecanismos e instituciones, que de no haber existido no estaría aquí, como tantos otros. Por decirlo de manera esquemática, somos hijos del petróleo. Pero esta condición de “occidental” no significa estar de acuerdo con la lógica extraccionista del máximo beneficio monetario, y, sobre todo, que sea sólo el petróleo la única fuente de energía capaz de abastecer al resto del sistema.

Seguir este camino hasta que la basura nuclear-académica nos tape, es vivir con la certeza de que sufriremos interminablemente. Nadie puede ser dueño del planeta, digamos que él se corresponde con otros patrones. Aunque con esa lógica bombardeen nuestras cabezas desde que nacemos, es insostenible cualquier modelo extractivo de esta voracidad. Acumular no es igual a ser feliz.

No es tan dificil darse cuenta que el respeto por el prójimo, o por el medio ambiente (ese prójimo que a todos contiene), no es materia de índole ideológica, sino una herramienta colectiva para materializar una cultura. Hoy “impera” la cultura bélica, de consumo, la radio escupe y chilla su marketing de baba. Hoy es la cultura de la imagen, y quien controla la imagen controla la cultura. Pero siempre hay grietas. Más duro que el concreto, son los yuyos que están debajo; nadie comprueba científicamente cómo hacen para salir. Lo cierto, o lo que dicen mis ojos, es que ahí están.

...Total Noverdad...

Pasan los Te Ene canales delante de mis ojos
Conductor mal tiempo buena cara de pánfilo
Cortina musical-comercial clásica-modernosa
“Te Ene aviones implotan contra Tuin Tene-Torres”
 Repiten una, dos, quinientas veces.

Corte comercial
Pin Pan Pum
Comprá
Ganá
Viajá
Salí
Date el gusto
Pin Pan Pum

Estamos de nuevo dice cara de pánfilo
Pero más parece la tanda:
“Fundan fundación Tene-cológica
Esto es una Buena Noticia
Of course, nosotros Empresarios Chic Patriotas
Damos todo por el planeta
El trabajo y la tranquilidad
De la gente y no
Permitiríamos que los niños mendiguen”.

“Ley de anti Te Ene terrorismo:
Por su carácter tuin-incomprobable
No perseguiremos a nadie
 Hasta que la aprobemos”.

Ahora la compañera de pánfilo:
“Vamos en vivo y en silencio
Desde el destruido pueblo de Garabatai”.

Ese lugar tan alejado.

Termina el paisaje desolador
Y qué mejor que Tinelli-Envaselinado
Con sus millones de sonrisas
gritos y razones para amarlo.

Ahora uno con cara de filósofo propone un acertijo:
"Por algo se hacen las obras
Porque el pueblo quiere
Porque el pueblo necesita
Porque a las constructoras les conviene
Todas las anteriores son correctas
Una de esto y otra de aquello."

Bien gracias, ahora el especialista en Política
Sí hoy hablaremos del decreto Te Ene 565-44-17
Donde Te Ene-Funcionarios buscan reducir el calor de la frontera
Porque si bien en su época la frontera era un colador
Ahora es una red y mostrarla en televisión no
Deja bien parados los Honorables Camaríferos
Ni sus iluminadas, grandes y alejadas casas
De Chic Honorable Patriota Feudal.

Sentados en la misma mesa
Me mira a los ojos y me dice
“Hablemos del futuro
Juguemos nuestro Te Ene papel
Con el progreso, y la policía, de nuestro lado”.

No coincidimos, no arreglamos, no pude defenderme.

Luego, en mi derecho a Tenerréplica
Aclaré la confusión: acallados mis dichos originales
Basaron la discusión en cualquier otra Te Ene cosa.

Tanda de Nuevo, y en este orden:
Mate la Ansiedad compre Redoblón
No crea más mentiras Bakunin Presidente
No piense más, qué falta hace, vea qué Golazo.

Al verme en la pantalla comprendo que soy parte del juego.

Tardo medio segundo en apretar el botón rojo
Y en seguida aparece de nuevo ese mundo sutil, auténtico
Que todos llevan dentro aunque no lo puedan ver.

...fuchibol...


La primera vez que fui a la cancha con mi hijo, fue éste el verdadero espectaculo para mí. Le compré su reglamentario gorrito, le conté de los colores del club, de los grandes ídolos, los campeonatos pasados, las vitrina internacional aún vacía... también de los más de quince años de sequía en torneos locales. Sus ojos se hicieron enormes cuando le dije que, de ganar aquel día, quedaríamos ya enfilados en la primera posición con tan solo dos partidos por jugar.

Compartíamos un chori y una gaseosa sentados en la popular, cuando se escuchó retumbar la voz del estadio, con la formación de nuestro equipo: “...con el 1 Compañerismo, con la 2 de primer saguero Organización, con la número tres Federico Respeto, 4 para Rebelión, con el número 5, volante central, Juan Humildad, con la 6, de segundo saguero, Ricardo Afecto, 7 Pablo Compromiso, 8 para Carlos Cultura, con la 9 Au-to-ges-tión (aplausos y gritos enardecidos bajaron de la popular), con la 10 Alberto Magia y con la 11 Diego Armando Libertad.
Dirige técnicamente a Lechuga Fútbol Club: Gabriel Ventisca.
Prepara físicamente: “el profe” Omar Respireta.

La gente no dejaba de aplaudir un sólo segundo, hasta que comenzó con el rival: “Y estos son (con mucha n al final) los once del visitante: con el 1 en el arco Corrupción, 2 Franco Codicia, 3 Horacio Farsa, 4 Leguleyo, 5 Cúpula, 6 Alcahuete, con la 7, de wing derecho, Francico Sordera, 8 para Hacinamiento, 9 Proxeneta, 10 Juan Carlos Patota, 11 Mauricio Pajarón.
Dirige Técnicamente al Club Atlético Soplones Unidos: Nicolás Panicotta.
Prepara Físicamente: Rogelio Desgaste.

Cuando comenzó a rodar el esférico mi hijo no miraba otra cosa que las tribunas; fascinado con el fenómeno acústico-social más que con lo futbolístico. Algo más que entendible en un niño de 6 años, que iba por primera vez a un evento multitudinario, y que además pateaba la pelota en la plaza de la esquina todos los días, sin que nadie lo mire.

El primer gol de Soplones, a los 25 del primer tiempo, fue un duro golpe para nuestro amado Lechuga. La gente enmudeció por unos instantes y luego volvió a su griterío eterno. Mi hijo preguntó: ¿por qué gritan si nos hicieron un gol? Tuve que explicarle que a los jugadores hay que alentarlos para que sientan la fuerza la gente, que eso es más importante que el resultado. Mi hijo puso cara de que sí, pero no sé qué entendió. Apenas le entraba en los ojos tanta gente amontonada.

Llegó el entretiempo. Fuimos al baño, esa tierra de nadie donde el hedor y la falta de mantenimiento hacen su irrespirable comunión. La gente de nuestro club, siempre idenficada por su paz y amistosa conducta, igual tira lo que le sobra, igual tiene sangre caliente en las venas.

Ni bien empezó el segundo tiempo empató Autogestión. Se trepó al alambrado y la gente se fue en avalancha a gritar con él: GOOOOOOOOOL. Locura, pasión, griterío ensordecedor y el gusto a dulce que brota en ese momento glorioso. Gusto que nunca sabré de dónde sale.

Minutos después el árbitro cobró un penal, entre dudoso e inexistente, para Soplones. Patota lo capitalizó, rematando a Compañerismo, cuyo vuelo estéril aún no consigo olvidar. Algunos barrabravas comenzaron a apedrear el campo de juego, y varios nos sumamos. Nunca supe explicarle a mi hijo de dónde salían aquellos auténticos cascotes. ¿Por qué no alentamos en vez de tirar cosas?, preguntó el pequeño, mientras yo aplicaba al lineman, con inesperada puntería, las pilas de la radio.

Jugadores y jueces abandonaron la cancha custodiados por la policía. Los hinchas gritamos un rato más, transformando nuestra bronca en temblor sobre el concreto. Felices de jugar nuestro papel. Los puntos fueron para el visitante. Mi hijo, hasta mucho después, jamás entendió porque no siguieron jugando. Faltaba un montón.

...omar...

No entiende muy bien la necesidad de comer. Desayunar, almorzar, merendar, cenar. Ella se nutre principalmente de colores y contemplación. Trabaja por inercia, no por la necesidad de dinero. La ayuda a no pensar, a organizar una rutina que da sentido a sus días.

En la esquina de su casa hay un puesto de superpanchos por el que pasa a diario. Lo atiende Omar, un tipo que pesa el doble de lo que imaginan. A pesar que Laura tiene marido, que conoce los juegos sexuales que más la satisfacen, que no le faltan amigos y amigas con los que tener roces casuales, siempre le quedó una curiosidad: los obesos.

Aquella tarde decidió comerse un pancho, con mayonesa y papas pai, y charlar un rato con Omar. Le pareció simpático: padre adoptivo de tres hijos varones todavía pequeños, casado con una “mamita” chaqueña que decidió rehacer su vida en la gran ciudad después de enviudar y perder lo poco que tenía. Omar era policía de vocación, tuvo que dejar la Fuerza por su desmedida honestidad. Después de charlar lo que dura una salchicha entre dos panes, siguió su día, y no pudo quitarse de su cabeza al gran chef de panchos.

Abrió la puerta de su departamento y allí estaba su marido, con la televisión prendida, la comida en el horno y la cara algo pálida. Pudo ver su cabeza llena de pensamientos. “¿Qué tal?”, preguntó ella, como siempre. “Bien, amor…”, dijo él, cual autómata. Comieron pastel de papa. Algo salado, pensó ella, que guardó su comentario por no incomodarlo. Como si no bastara una hamaca paraguaya en un jardín con árboles, un libro que inspire una idea bonita y lleve al sueño, dejarse llevar por la brisa. Nada de eso entre Laura y su marido, ellos como mundo, trabajo, departamento, la infaltable necesidad de llenar la heladera.

Sólo Omar puede rescatar el tesoro que se hunde dentro de Laura, cree Laura. Por eso terminan en un telo del barrio; Laura supo coquetearlo y Omar no supo resistir tamaña tentación, comerse aquella flaquita. La distancia entre la superficie y el tesoro hundido es más grande que la distancia que se genera entre las caderas de Laura y el pene de Omar, aunque erecto, escondido bajo la gran curva de su barriga. Laura no llega a nada, Omar se siente defraudado por sí mismo. Se miran, se sonríen, creen que está bien terminarlo allí.

Cuando pasa a veces lo mira a los ojos y lo saluda, otras va muy apurada y decide no hacerlo. Pero sabe que él está siempre ahí, vendiendo sus panchos y mirándola pasar. Como niño enamorado, espera que algún día se vuelvan a encontrar.

...cono-cimientos...

sé de la cumbia
y las luces que encandilan de noche

del escabio y la despedida hepática
del instante iluminado de sonrisas cercanas

sé que el amor no se va sí puede nunca haber estado

supe que soy el que mañana escribirá estas palabras
y aquí estoy

llenando el espacio de un silencio pleno
raíz que se nutre de tierra para que brillen las hojas

sé que soy de madera para algunas cosas
bailar nunca fue mi fuerte
el tiempo dirá si aprenderé

arriba un enjambre robótico
perpetúa su  miel ácida
y la historia llena de huecos
cuerpos humo espanto abejas reina

sé de la milonga en una baldosa
la respiración de la mujer agitando las entrañas
juguetes de la noche boyando en altamar
puchos masacrando los pulmones de vida

sé de la salsa del trópico
de siete cubalibres del mejor ron
veinte músicos arriba del escenario
para que una angelical morena rizada
acaricie mis ojos y me haga volar en la pista

sé de la improvisación y el éxtasis
y sé frenarme a contemplar

intuyo que TIENE QUE HABER
ALGO MÁS más más
caminé un lugar  donde las cosas estaban y no
iban y venían millones de veces por segundo
y yo intentaba acompasarlas al pulso del corazón

mientras ese lugar sigue allí
yo permanezco en esta sed de limón
en esta cumbre de un cerro guanaco

más que la magia que nos envuelve
más que dolor y pérdida

HAY ALGO MÁS
me digo como en trance
pero este soy
y no puedo decir qué

LO SÉ
luego no estaré
HAY ALGO MÁS
multiplicando la lluvia
para que brote

...diario del viajero interestelar...


Comenzarán un día sin que notemos nada
comprarán nuestra tierra
infiltrarán gente
acumularán codiciadas riquezas.

Notaremos que estamos algo complicados
que la tierra es ajena
que la gente se confunde
que sólo resta un arbusto del bosque infinito.

Cuando peor viene la cosa mejor termina
nunca podrán comprar nuestros cuerpos
ni la sangre primitiva que nos corre
al ver las estrellas sin alambre.

...gracias Henry...

"Hoy asistimos al espectáculo de poblaciones enteras que son arrojadas de sus tierras o exterminadas, y el mundo, si se conmueve, se siente impotente para intervenir. Hoy el sufrimiento de millones de personas nos conmueve menos que el incendio de un jardín zoológico. El miedo y el horror paralizan a todo el mundo. El hombre que realiza cálculos de largo alcance, el robot deificado, es quien gobierna. Aparentemente, su papel, su misión consiste en destruir aquello que se siente impotente para destruirse a sí mismo: la sociedad."

Henry Miller

...orgulloso de mí mismo...

Voy por mi baldosa, tranca, como siempre, atravieso la lujuria, la insatisfacción y ni me inmuto, mantengo el caminar acelerado de siempre, para llegar antes que nadie a ninguna parte, miro los carteltes, las embarazadas, los obreros en las construcciones, los nuevos supermercados.
Por ejemplo, donde decía De Narváez 2011 ahora se lee "VENDE" y abajo otro cartel: "alquila". Nada de gente. Miro para todos lados, la calle ofrece muchos, quiero ver si te veo, pero solo encuentro baldosas y luces que ordenan mi caminar.
De repente voy lento no porque me guste, sino para recibir cada momento algo después, y disfrutarlo el doble cuando llega.

Discusión en la calle:
- !!!Imagináte que en esa ambulancia va tu vieja!!!
- No. Mi vieja ya falleció.
- !!!Ves!!! Se murió por pelotuda.

Anoche no termina: mi gerente saca billete de cien dólar y me pide que consiga una botella de José Cuervo. Aparezco unos minutos después en la mesa con el escabio y el vuelto. El jefe es el más alcóholico de todos nosotros, sospecho que por eso mismo es el jefe, y considerando lo que beben mis compañeros concluimos que es de hierro el hígado del jefe. Tiene campo y acciones, seguramente le dé para rapiñar algún puesto estatal, quizá hasta para la política. Por supuesto toma frula, y sabe conseguirla solito. Quizá hasta vende. Para su jermu obviamente es sólo el gerente de Seguros La Libertad, un laburador, un tipo con el que casarse y tener hijos. Insulta a su mujer y se ríe de ella con nosotros. Llena nuestros vasos cortos, brindamos por la salud que perdemos en el momento exacto de hacer fondo blanco.

Cansado del sillón negro, de las luces naranjas, salgo con una compañera a fumar un cigarrillo a un patio interno. Veo en sus ojos un inconfundible brillo libidinoso, pero no hago más que hablar idioteces. Le confieso, como si fuera un crimen, que tengo veinte pesos en el bolsillo y que mi mujer está en nuestra cama, esperando que llegue con la cena.

Pero eso no sucederá esta noche. Beberé a cuenta de mis compañeros de trabajo, y de las invitaciones del gerente. Pienso en renunciar, en que este traje merece descanso, en ser alguien que sabe lo que hace y no su propia sombra.
No encuentro manera de acabar con esta noche. Escabiamos como cerdos, obedecemos como buenos lacayos. Somos todo oídos a la iniciativa del gerente.
El sol empieza a levanatarse pero no así mi ánimo, que continúa anoctumbrado, que persiste viendo demonios ejecutivos, lagartos en el baño. Miro la calle a ver si te veo. La calle me entra por los ojos, soy un monoambiente, un taxi libre, un bondi repleto, un cartonero, un tren a toda velocidad.

La ciudad me fagocita, me doy pena pero esto no va a quedar así, simplemente va a empeorar.

Y cuando el sol vuelva a irse ya no tendré empleo, ni mujer (que quizá espere algunos días más por mí), ni ganas de estar en mi hogar. Estaré convencido de empezar de nuevo, pero la lluvia me molestará demasiado. Dormiré debajo de un puente, comeré con los sin techo, le voy a dar pena a más de uno, porque pena sí que tengo un montón para dar.

Como si fuese un criminal la policía querrá encarcelarme, pero con guardarme un poco de lucidez estaré a salvo de sus barrotes. Aunque seguiré viviendo en esta selva, que no es mía, que no es selva por la vegetación. Es selva por las miradas como puñales, el lucro como la imagen del éxito, la miseria y el despilfarro que conviven con la ignorancia y la astucia. Como si fuese una gota de lluvia comenzaré a caer sobre el asfalto, perezoso tendré que ir hacia las alcantarillas, buscando nuevamente el río que me llama.

...la vida de los libros...

En un comienzo existió el buen diálogo entre los libros considerados sagrados, porque todos inspiran un mensaje de paz, de amor al prójimo. Pero cuando tuvieron ojos y vieron sus lomos, el amarillento de sus hojas, el decir diferente se terminó la confianza. Una feroz batalla se libró entre ellos, ante los ojos atónitos de sus vecinos no sagrados.
Pero los libros se engendran en sentimientos anteriores a la guerra; cuando las palabras sólo vienen y lo que se busca es todo lo contrario a capturarlas.

Busco no pensar, ser de otra cosa que agua, filtrarme por abajo de la puerta y en la calle diluirme como un pensamiento. Veo que estoy en cero, que es el momento exacto de saltar hacia arriba de nuevo. La cosecha de tumores es formidable, pasaron las viejas épocas de flores. Ahora lo que sembramos crece, y dificulta nuestran tímida existencia. Como hijos que somos de la superabundancia de petróleo, no de un mundo crudo y lleno de vida. Sillón de cuero, uñas limpias, ni sudor ni demora. Cada día es un alimento para mi espíritu enlatado. Cada nota desagarra el silencio que no quiero ¿¿¿Desde dóõømde habla esta voz que también soy, y es otro??? El cielo es el regalo que mis ojos le hacen al resto de mi cuerpo; las estrellas y constelaciones se ven como en un mapa los pueblos y la ruta.

...de la buena memoria...

Llevó un tiempo, pero los libros se unieron y, ni bien pudieron, se alzaron en contra de los humanos. Plantaron sus personajes en el cotidiano, y éstos, con la simpatía de lo imaginado, encantaron las mentes de ojos torpes. Tanto monstruo dando vueltas no es posible, dijeron los humanos: pero ya no eran sino líneas garabateadas en un papel.
¡Los libros habían vencido!
Los personajes engendraron un caos insoportable, de ideas chuecas, de frases que a nadie le interesaba analizar ¡porque eran todos personajes!
No lograron convivir en armonía: cómo podrían hacerlo si cada uno tiró siempre para su lado. Los humanos protestaron, intentaron recobrar las tres dimensiones. Los libros no reprimieron a sus ex-propietarios, sólo les cambiaron puntos y comas.
Así vivimos engañados. Llega el final de la historia, se repite, comienza.
Conspiran las palabras entre sí, para gobernarnos.